Wednesday 15 May 2013

De mausoleo en mausoleo, de abismo en abismo

Propaganda funeraria

Ayer Maduro inauguró el Mausoleo Bolívar en un acto que pasó casi desapercibido ("invisibilizado" diría Nicolás en su eterna quejadera sobre los medios privados). Hace algunos días había ido al Cuartel de la Montaña, ahora mausoleo de Chávez, para volver a hacer uno de esos actos pavosísimos en el que se despliega toda la parafernalia militarista-funeraria. A este régimen siempre le ha gustado un funeral, un ataúd, una cripta. Chávez se puso a jurungar los restos de Bolívar. Antes habían llevado unos supuestos restos de Guaicaipuro al Panteón Nacional. Lo mismo hicieron con una tierra que según los chavistas contenía las cenizas de Manuelita Saenz. No hay que olvidar que Maduro asomó la posibilidad de embalsamar el cadáver de Chávez, cosa que no pudieron hacer, seguramente porque la familia del presidente fallecido se opuso a tamaña barbaridad. 

Esta afición por la muerte y lo funerario es muy propia del fascismo. Tiene su lado morboso, aunque también su lado religioso. El mito requiere de los muertos para nutrirse, como un Drácula que en la noche sale a buscar sangre fresca. Sin embargo, el abuso de lo funerario puede producir efectos contrarios al buscado. La gente se cansa de tanto ataúd, de tanto cadáver, de tanta pavosería. El chavismo ha pretendido con este culto a los "héroes fallecidos" crear una especie de Olimpo revolucionario. En el fondo, están cavando la fosa donde terminará enterrado este movimiento que, alguna vez, pareció tener más futuro. Todo ha resultado efímero, como el polvo condenado al olvido.

@rougealevre

No comments:

Post a Comment